Tras sufrir un accidente de tráfico con lesiones, nuestra principal prioridad debe ser recuperarnos. Sin duda eso está por encima de cualquier indemnización o interés de otro tipo.
Por desgracia, son muchos los lesionados que acuden a nosotros perdidos porque nadie les da el tratamiento médico que necesitan:
- En la Seguridad Social dicen que no cubren accidentes de tráfico y remiten a las aseguradoras o acaban dando cita para meses más tarde.
- Las compañías de seguros se lavan las manos o dan largas y el tratamiento médico nunca llega.
- En ocasiones las aseguradoras o las mutuas laborales (si se trata de un accidente laboral o in itínere) dan tratamiento pero lo hacen de manera deficiente. El principal problema suele ser un alta precipitada mientras el paciente sigue encontrándose mal.
Todas estas son situaciones que nos encontramos en nuestro día a día. Si a ti también te ha pasado o te está pasando, contacta con nostros cuanto antes para poner solución a tu problema. En este caso es muy importante que nos consultes rápido porque el tiempo corre en tu contra debido a los plazos que existen para poder acceder de manera gratuita a determinados tratamientos.
Ante todo debemos tener claro un principio:
El tratamiento médico por accidente de tráfico debe ser gratis.
Este es un principio fundamental. Si hemos tenido un accidente tenemos derecho a recibir tratamiento de manera gratuita. Para ello existen diferentes medios, con su pros y contras:
- Seguridad Social: No suelen poner pegas para la atención en urgencias o por parte del médico de cabecera. Sin embargo, suelen negar el tratamiento por parte de especialistas o rehabilitación salvo casos graves, alegando que no cubren los accidentes de tráfico. Esto es cierto y por ello cualquier tratamiento que nos proporcione será facturado a la aseguradora que deba cubrir el gasto.
- Mutua laboral: Solemos encontrarnos con una queja común cuando hablamos de lesiones leves o medias: el alta precipitada sin haber curado totalmente.
- Compañías de seguros: Son quienes, en última instancia, tienen que acabar pagando cualquier tratamiento que recibamos. Normalmente quien lo pagará será nuestra propia compañía con lo que parece lógico pensar que tratará de que sea lo más barato posible. Por otro lado, si es la compañía contraria la que nos lo ofrece, debemos pensar que ese tratamiento será la base de nuestra reclamación por lesiones, por lo que existe un claro conflicto de intereses.
- Sociedades médicas o centros privados: Es la elección menos mala de las que hemos visto hasta ahora. Tiene el inconveniente de que tendremos que adelantar cualquier pago y luego habrá que reclamarlo a la aseguradora responsable del accidente.
- Convenio Unespa de asistencia sanitaria para accidentados de tráfico: Es la mejor forma de tener un tratamiento médico gratuito, rápido y de calidad tras nuestro accidente de tráfico.
Lesiones más frecuentes en accidentes de tráfico.
Son muchas y variadas las lesiones que pueden producirse en un accidente de tráfico.
En la mayoría de los casos hablamos de lesiones de gravedad baja o media- baja, a las que las compañías de seguros no suelen dar importancia pero que para el lesionado suponen un grave perjuicio, condicionando y limitando en gran medida su vida cotidiana.
Además, el hecho de restar importancia a este tipo de lesiones suele tener dos consecuencias muy negativas:
- Una lesión leve, que con el tratamiento adecuado podría haber curado sin dejar secuelas, se puede convertir en algo crónico de por vida.
- La indemnización recibida es muy inferior a la correcta y, en muchas ocasiones, ni siquiera se llega a cobrar indemnización.
Desde Indemnización Total luchamos para que todas las lesiones sean tenidas en cuenta, desde las más graves hasta las más leves. Hacemos la reclamación adecuada y gestionamos la obtención del tratamiento médico que nuestros clientes necesitan.
Algunas de las lesiones más comunes en accidentes de tráfico son:
Latigazo o esguince cervical: cervicalgia.
La zona cervical de la columna vertebral se compone de siete vértebras que forman un suave arco que mantiene el equilibrio de la cabeza.
Es frecuente que en los accidentes de tráfico se produzca un brusco movimiento de flexo extensión del cuello, comunmente llamado latigazo cervical.
La lesión más común derivada del latigazo cervical es el esguince cervical y el síntoma más común de ese esguince cervical es la cervicalgia.
Hay que señalar que la cervicalgia no es una lesión en sí, sino más bien la manifestación de una o múltiples lesiones.
Aquí hablaremos sobre la cervicalgia, pero podéis pinchar en el siguiente enlace para ir a un extenso artículo dentro de nuestra web en el que hablamos a fondo sobre la indemnización por latigazo cervical en accidente de tráfico.
Cervicalgia significa literalmente dolor cervical y ese dolor puede estar producido por muchas causas, algunas de origen degenerativo, otras de origen cotidiano y otras de origen traumático.
Cervicalgia de origen degenerativo:
Enfermedades como la artritis o el reuma, pequeñas desviaciones de la columna y otras patologías pueden dar lugar a dolores en la zona cervical. Normalmente se combate con tratamientos médicos de larga duración encaminados a aliviar los síntomas de la enfermedad que provoca el dolor.
Cervicalgia de origen cotidiano:
Nos referimos así a la cervicalgia causada por situaciones, gestos, posturas, etc, que llevamos a cabo en nuestra vida cotidiana. Malas posturas, movimientos inadecuados, estrés, etc, suelen ser causa de dolores cervicales.
Normalmente estos dolores suelen durar pocos días si se sigue el tratamiento adecuado prescrito por nuestro médico.
El tratamiento suele consistir en medicación (anti inflamatorios, relajantes musculares y analgésicos), implantación de normas de higiene postural, reducción de las causas de estrés y, en casos extremos, tratamiento rehabilitador.
Cervicalgia de origen postraumático como la que produce un accidente de tráfico:
Es la que se produce tras un accidente de tráfico y suele estar motivada por distintas lesiones, causadas por lo que los médicos denominan «latigazo cervical», «síndrome cervical» o «esguince cervical».
Con estos nombres describen el movimiento brusco hacia delante y detrás que sufren cabeza y cuello en una colisión. Como consecuencia de esto pueden producirse esguinces, distensiones o roturas de ligamentos y, en casos extremos, protusiones o hernias de disco.
Cada una de estas lesiones requerirá un tratamiento diferente, siendo necesario para la curación o mejoría adecuada de casi todas ellas efectuar una rehabilitación adecuada y siendo frecuente la persistencia de secuelas que han de ser indemnizadas.
En muchas ocasiones el dolor de cuello va acompañado de mareos, vértigos, parestesias y dolor en las extremidades superiores, encontrándonos entonces ante lo que los médicos denominan síndrome postraumático cervical.
Dorsalgia y lumbalgia.
Todo lo que hemos comentado en el caso de la cervicalgia se puede aplicar a la dorsalgia y la lumbalgia.
A nivel médico la espalda se divide en tres zonas: cervical, dorsal y lumbar. Las causas de las lesiones en cada una de ellas pueden ser las ya comentadas anteriormente.
Fracturas.
Las fracturas son lesiones bastante habituales en los accidentes de tráfico.
Las hay de muchos tipos: abiertas y cerradas, limpias o con astillamiento del hueso, etc. Si atendemos a los criterios de valoración de secuelas para accidentes de tráfico, podemos distinguir dos tipos fundamentales:
Fracturas que para su curadión requieren del empleo de material de osteosíntesis:
El material de osteosíntesis es cualquier tipo de elemento que en medicina se emplea para lograr la unión de un hueso fracturado cuando los medios tradicionales (escayola, etc) no son suficientes.
Los más comunes son los tornillos, placas y clavos que se fijan a cada una de las partes del hueso fracturadas y/o desplazadas para recolocarlas y unirlas entre sí.
La medicina ha avanzado mucho en este campo y hoy en día disponemos de elementos cada vez más eficaces y elaborados con mejores materiales, por lo que el número de intervenciones y procesos de recuperación que concluyen con éxito es cada vez mayor, reduciéndose además el número de rechazos y de roturas por fatiga del material gracias al uso de materiales como el titanio.
Pero, a pesar de que la medicina nos de tan buenas expectativas en este tipo de lesión, no debemos olvidar que el material de osteosíntesis es un elemento extraño al cuerpo que nos puede acarrear problemas en el futuro y ese perjuicio debe ser indemnizado, igual que la cicatriz que queda tras la intervención y cualquier tipo de limitación a nivel funcional que pueda presentarse en forma de limitación de movimientos o dolores.
Fracturas que para su curadión no requieren del empleo de material de osteosíntesis:
Por contraposición a las anteriores, son aquellas fracturas que no requieren del empleo de ningún tipo de material interno o externo para su consolidación, salvo las técnicas tradicionales de escayolado, inmovilización, etc.
Se suele considerar que este tipo de fracturas no deja secuela pero no siempre es así y hay que tener en cuenta que de una fractura de este tipo pueden derivarse perjuicios estéticos (muy habituales por ejemplo en fracturas de clavícula que, al consolidar, dejan un abultamiento), consolidaciones en angulación, dolores o limitaciones que es necesario valorar adecuadamente.
Traumatismo craneo encefálico en los accidentes de tráfico.
Es una lesión muy habitual en los accidentes de moto, bicicleta y atropellos, en los que la cabeza sufre un violento golpe contra el suelo o contra alguno de los vehículos intervinientes.
Dependiendo de la fuerza del golpe recibido y, en el caso de los accidentes de moto y bicicleta, del uso o no del casco, las consecuencias pueden ser más o menos graves, yendo desde una simple contusión y dolor de cabeza a graves lesiones neurológicas o, incluso, llegar a provocar el fallecimiento de la víctima.
Siempre que en un accidente de tráfico recibamos un golpe en la cabeza es imprescindible acudir a un hospital donde puedan realizar un estudio completo, normalmente mediante la exploración física y neurológica junto con la realización de un escáner para determinar el alcance de las lesiones, ya que puede darse el caso de que los síntomas tarden en presentarse pudiendo ser irreversibles si no se atienden en un momento temprano.
Perjuicio estético por accidente de tráfico.
Por perjuicio estético se entiende cualquier tipo de consecuencia derivada del accidente que afecte a la imagen física del lesionado.
El más normal suele consistir en cicatrices derivadas de cortes, quemaduras, abrasiones, o consecuencia de las intervenciones quirúrgicas necesarias para curar las lesiones, pero tampoco debemos olvidar que se considera perjuicio estético a secuelas como la cojera o la deformidad que pueda dejar la mala unión entre las partes de un hueso roto.
Hay determinados tipos de accidentes que, por su manera de producirse, son muy propensos a dejar secuelas estéticas. Hablamos, por ejemplo, de las típicas abrasiones y quemaduras proiducidas por el asfalto cuando sufrimos un accidente de moto.
Hasta aquí hemos visto algunas de las lesiones más habituales y hemos comentado algunas de las secuelas que suelen producir, pero esto no son más que líneas generales.
Sea cual sea la gravedad de las lesiones, es imprescindible que recibamos tratamiento facultativo especializado hasta su total curación. Además, ese tratamiento debe recibirse lo antes posible, tanto por ser lo conveniente desde un punto de vista médico como para evitar que pueda haber problemas posteriores a la hora de acreditar que las lesiones que sufrimos derivan del accidente.
Como hemos explicado al comienzo de este texto, en muchas ocasiones el accidentado de tráfico se encuentra con problemas a la hora de recibir el tratamiento adecuado, viendo como Seguridad Social, mutua laboral y compañías de seguros eluden la responsabilidad. Si ese es su caso no lo dude, llámenos al 91 563 20 93 o rellene el formulario de contacto en esta misma página.
Conseguiremos para usted el tratamiento médico que necesita, totalmente gratis y en clínicas privadas y, además, valoraremos adecuadamente las lesiones y secuelas sufridas para que cobre la máxima indemnización.
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